FREDY FONSECA P.T

Una vida con propósito empieza por uno mismo.

Durante mucho tiempo, vi cómo personas cercanas a mi círculo familiar, terminaban dependiendo de otros para lo más básico: caminar, ir al baño, alimentarse.

Las veía… literalmente encarceladas en sus propios cuerpos, sin fuerza, sin energía, hasta en silla de ruedas.
No era solo el paso del tiempo.
Era el resultado de años de descuido.

Y eso me hizo pensar seriamente:
¿Voy por el mismo camino?
¿Estoy también olvidándome de mí mismo con la excusa de “estar para los demás”?

Yo, como muchos, pasé años pensando que todo y todos eran prioridad, menos yo.
Siempre dispuesto a ayudar, a acompañar, a servir.

Pero, ¿cómo puedo seguir ayudando a otros, si yo no estoy bien?

Decidido a enfocarme en mí, ingresé al gimnasio y allí no solo transformé mi cuerpo, sino también transformé mi mente y mi propósito de vida.

Hoy me dedico a acompañar a personas mayores de 50 que están listas para recuperar su salud, su fuerza y su vitalidad.
Los ayudo con entrenamientos personalizados y nutrición adecuada.

No es tarde. Es ahora.

Este no es un camino rápido.
Pero es un camino real. Y si tú quieres, yo te acompaño.

Porque aprendí que ayudar a otros sigue siendo mi motor.